48 cuadros por segundo, se ve tan bien... que se ve mal.


Después del inmenso éxito a nivel financiero y con los fans que The Lord of the Rings tuvo, la espera para volver a ese mundo de la mano de Peter Jackson es casi incontrolable para los fanáticos (y más al lanzarse el trailer), especialmente por la promesa de verla grabada en 48 cuadros por segundo. El problema: A muchos no les gusto el resultado.

Jackson mostró en la CinemaCon -convención hecha por la Asociación Nacional de Dueños de Cines en Estados Unidos- 10 minutos de su nueva película “The Hobbit” basada en el libro de J.R.R. Tolkien que narra las aventuras de Bilbo Baggins y su encuentro con el anillo que pone en movimiento la trilogía de LOTR.

Más que la película en sí, el propósito de esta muestra era ver el resultado de su grabación en este nuevo sistema que ha tratado de imponerse al clásico de 24 y que tiene como principales evangelizadores al propio Jackson y a James Cameron, este último siendo responsable de una proyección similar (60fps) en la CinemaCon del 2011. Sin embargo, la proyección dejo inquietos a muchos de los asistentes, ya que aunque la calidad de imagen es sobresaliente, la adición de cuadros extra no cayó del todo bien con aquellos puristas acostumbrados a menos frames.


Se preguntarán ¿Cuales son los beneficios de grabar a 48 o 60 cuadros por segundo y porque debe de importarme? Bien, lo más destacado de este nuevo sistema es que brinda una claridad y suavidad de imagen mayor que elimina el problema del movimiento borroso (un gran problema en la trilogía de LOTR)  y elimina mucho de la incomodidad que se presenta al ver imágenes en 3D por un tiempo prolongado. ¿Cuál es el problema entonces? Que esos cuadros de más presentan una fluidez tan real que parece exagerada.


La muestra más cercana es el llamado “efecto telenovela” que se presenta en las televisiones LCD y LED de 120 y 240hz al tratar de eliminar el fantasma tan común en cristal líquido. Este tipo de HDTVs toman -por ejemplo- una película de 24fps y la hacen de 48 o 60, simulando los cuadros faltantes y dándole un movimiento parecido al que vemos en las telenovelas o programas de TV que son grabadas por lo general a 60 fps. He ahí porque los LCDs más caros se ven diferente cuando se les compara en el piso de exhibición.
Si bien no podemos saber que tan buena es esta nueva tecnología hasta probarla, es claro que este tipo de avances en la proyección cinematográfica son necesarias para mantener a las personas en el cine. Especialmente cuando nos damos cuenta que cada vez más personas prefieren ver películas en la comodidad de su casa y lo común que se esta volviendo que los estrenos lleguen primero a sistemas On Demand que a los complejos cinematográficos.

En estos tiempos digitales, el aferrarnos a usar 24 cuadros es absurdo, por la simple y sencilla razón que esta limitante se impuso por una cuestión de filme, algo que ya no se usa. Ya sea que lo próximo en venir sean los 48fps o sistemas de audio como el Dolby Atmos, estoy seguro que serán avances que me mantendrán en el cine, porque siempre habrá películas que no pueden o podrán ser disfrutadas de igual manera con un Home Theater y Bluray.

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