Desodorantes: ¿Realmente los necesitamos?

Una nueva investigación muestra que más del 75% de las personas poseen una versión particular de un gen que no produce olor en las axilas, pero hacen uso de desodorantes de todos modos. El estudio se basó en una muestra de 6.495 mujeres que formaban parte de un estudio de la Universidad de Bristol conocido por las siglas ALSPAC (the Avon Longitudinal Study of Parents and Children).

Los investigadores encontraron que alrededor del dos por ciento (117 de 6.495) de las madres tenían una versión poco común del gen ABCC11, lo que significa que no producen ningún tipo de olor en las axilas.

Mientras que alrededor del cinco por ciento de las personas que producen olor no utilizan desodorante, más de una quinta parte (26 de 117) de los que no producen olor no usan desodorante, una diferencia estadísticamente muy significativa.

Sin embargo, el 78% de las personas que no producen olor, todavía usan desodorante todos o casi todos los días. ¿Por qué?

Hablando sobre el nuevo hallazgo, publicado en Journal of Investigative Dermatology, el Profesor Ian Day, uno de los autores principales, dijo:
Un hallazgo importante de este estudio se refiere a las personas que, de acuerdo a su genotipo, no producen olor en las axilas. Una cuarta parte de estas personas son conscientes y reconocen que no producen olor, no usando desodorante, mientras que la mayoría si hacemos uso desodorante. Sin embargo, tres cuartas partes de quienes no producen olor, usan regularmente desodorantes. Creemos que estas personas siguen simplemente las “normas socioculturales”. Esto contrasta con la situación en el noreste de Asia, donde la mayoría de las personas no necesitan usar desodorante y no lo hacen
El otro autor principal del artículo, el Dr. Santiago Rodríguez agregó:
Estos resultados tienen cierto potencial para el uso de la genética en la elección de productos de higiene personal. Una prueba genética simple puede reforzar la auto-conciencia y ahorrar un poco en compras y exposiciones químicas innecesarias
Los autores destacan que las personas que portan esta variante genética poco común también son más propensos a tener un cerumen seco (no pegajosa), siendo el control de la cera del oído un buen indicador de si una persona produce olor de la axila.

Estudios anteriores habían demostrado que existe una relación entre una variante genética localizada en el gen ABCC11 y el olor de la axila. Las glándulas sudoríparas producen el sudor que, junto con una serie de bacterias, da olor bajo el brazo. La producción de olor depende de la existencia del gen activo ABCC11. Sin embargo, el gen ABCC11 es conocido por ser inactivo en algunas personas.

Este estudio evaluó por primera vez el uso de desodorante en relación con el genotipo de ABCC11 y también en comparación con otros factores tales como la edad, el fondo y la higiene doméstica general.

A nivel individual, la influencia del genotipo de ABCC11 era mucho más fuerte que los otros factores. El apoyo estadístico para el hallazgo de ABCC11 era extremadamente fuerte, la posibilidad aleatoria de obtener la misma respuesta era menos de uno entre un trillón de probabilidades.

Science daily

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