Si echamos un vistazo a las investigaciones, no obstante, no tardaremos en descubrir que de nada sirve la homeopatía, un placebo que viola las leyes fundamentales de la física, o la cirugía psíquica, en la que los “cirujanos” extraen “tumores” sin hacer heridas, mostrando en realidad sangre falsa y trozos de pollo. Tampoco es eficaz la orinoterapia, o el remedio popular en Perú de mezclar piel de rana, caldo, miel y aloe para curar la impotencia.
O aquella estrafalaria técnica para curar el cáncer y el sida mediante una inyección del parásito de la malaria. Una idea que, por cierto, fue planteada por Henry Heimlich, el inventor de la famosa maniobra Heimlich contra la obstrucción traqueal en la que cuando un comensal se le atraganta la comida otro lo coge desde atrás y lo abraza espasmódicamente como un oso.
Pero hay curas tan raras o más como las anteriores que sí han demostrado cierta efectividad:
Bacteroterapia fecal: para solucionar graves problemas intestinales, se coloca en el colon del paciente masa fecal de un donante sano. ¿Te someterías a un trasplante de caca?
Implante dental en el ojo: este procedimiento experimental consiste en implantar un fragmento de diente en un ojo enfermo (emulando una nueva córnea) para restaurar la visión. EEUU: mujer recupera la vista gracias a implantación de diente en el ojo
Vodka desodorante: limpiar unos pies que huelen mal con un paño empapado en vodka elimina los hongos causantes del fétido olor.
Terapia con helmintos: la infestación con gusanos parásitos tiene efectos positivos en muchas patologías, como úlceras, esclerosis múltiple, asma, eczema, dermatitis y la fiebre del heno. Terapia inmuno moduladora con helmintos
Coma insulínico: a mediados del siglo XX, se trataron enfermedades mentales induciendo un coma de insulina en los pacientes. La Terapia de Coma insulinico en “A Beautiful Mind”