Los pájaros son dinosaurios

Resulta muy gracioso cuando la gente está deseando ver un dinosaurio. En esos momentos de conversación podemos señalar a cualquier pájaro que veamos y soltar: "¡Mira, ahí tienes uno!", porque, efectivamente, las aves son en realidad "dinosaurios modernos".

Las evidencias muestran que las aves pertenecen a un grupo de dinosaurios terópodos que consiguieron sobrevivir al terrible cataclismo del jurásico-cretácico. Millones de años de evolución han conseguido convertirlos en lo que son hoy día. Aunque algunos rasgos no han cambiado tanto (como las plumas), otros han variado enormemente, por ejemplo el pico.


Los picos de las aves todavía conservan algunas características propias del hocico (o morro) de un lagarto, aunque estas dos ramas se separaron hace muchísimo tiempo. Por ello, poder revertir esta evolución en un animal moderno nos da una herramienta fundamental.

Investigadores de la universidad de Yale han conseguido demostrar el mecanismo molecular que se esconde tras la evolución de los picos. Es decir, como de un dinosaurio, con dientes y morro, se ha ido transformando hasta formar el pico que hoy podemos ver en las aves. Lo importante es que han conseguido demostrar cómo los genes definen este cambio, haciendo que los embriones de pollo les crezcan morros, en vez de picos.

No han tenido que mezclar los genes de nadie. Sencillamente han "silenciado" (es decir, no han dejado que se expresen) ciertos genes particulares y estudiado el proceso. Los resultados son increíbles ya que parece que los animales retrocedían millones de años en la evolución, mostrando rasgos ancestrales.

Involución


Para llegar a este punto, los científicos, expertos en paleontología y biología evolutiva, han tenido que analizar el genoma de un montón de especies, comprobando qué tenían en común y porqué. De esta manera, haciendo ciertas variaciones han conseguido sus resultados, tras mucho trabajo. El hecho de modificar solo el pico se debe a varias cuestiones.

La primera es el hecho de que esta parte del cuerpo es de suma importancia y característica de los pájaros, algo prácticamente único en el mundo animal. Otros motivos tienen su razón en la genética o cuestiones evolutivas que no entran al caso. ¿Podría conseguirse revertir otras partes del pollo hasta convertirlo en un dinosaurio de verdad? La respuesta es no. Estos animales no consiguen sobrevivir ya que la genética es muy complicada. Es más, aunque lo consiguieran, no tendríamos un dinosaurio (de los viejos, se entiende) de verdad, sino un pollo monstruoso.

Con todo, estas investigaciones son una prueba irrefutable del funcionamiento de los mecanismos de la evolución. Un mecanismo que muestra claramente como la genética es la responsable de un cambio corporal tan evidente, con todos sus pasos, supone una prueba de incalculable valor para las diversas hipótesis evolutivas. Gracias al pico de estos dinosaurios de laboratorio podremos responder aún a más preguntas sobre nuestros orígenes y la de los animales que nos rodean.

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